CARTA A MIS SOBRINOS
SAMUEL Y MANUEL
Un grueso número de venezolanos abandonan
esta tierra, empujados por unas circunstancias que bien podrían resumirse como
un País en liquidación, entre ellos su mamá y mis queridos sobrinos; aún con la
inocencia de un infante partieron a otra latitud en la búsqueda de un futuro
prometedor para ustedes, sin embargo, aquí en esta tierra, donde aún quedamos
algunos sobrevivientes, los vimos partir en silencio y con una tristeza que
llora por dentro.
Verlos
nacer fue y será siempre un momento que llevaré en mi corazón por toda la
eternidad, serán muchas las historias por contar para cuando aprendan a leer y
me gustaría que cuando llegue ese día, esta carta sea una de las primeras en
ser contadas. Quiero también que sepan que tu padre es mi hermano menor y según
las ramificaciones de la vida yo soy su tía para ustedes.
Quiero
que sepan que su "tía" estará a su disposición para cuando lo
necesiten, cada duda, cada momento, cada decisión que deban discutir sepan que
estaré aquí para ustedes.
Aunque hoy estén tan lejos, llegará
el día de charlar muy juntos de nuestras alegrías y desventuras, quiero verlos
jugar y reír, perderé una parte importante de su vida, verte dejar los pañales mi
samuelito, y su teterito con su leche sin lactosa que allá si podrá encontrar
mi manuelito, y le pido a Dios le dé a su mamá salud y trabajo para obtenerla,
sus fiebres, su primer día de clases a mi ahijado y en fin mil cosas. Todo
aquello que me serviría para conocerlos mucho mas, y esperar que me recordaran
alguito.
Mientras
tanto guardaré mis mejores recuerdos, mis mejores sueños y cuando crezcan se
los entregaré, espero que les sirvan y que los disfruten. También guardaré un montón de caramelos y chocolates, globos
de colores, besos, abrazos, pelotas, bates, y bicicletas, voy a esperarlos con
el alma abierta, llena de recuerdos y primaveras, porque la
esperanza también es un talento.
Esta
carta fue escrita con todo mi corazón, mis lágrimas y mis sentimientos para
Manuel y Samuel, así que espero sea suficiente para sacarles una sonrisa, con
eso me basta para saber que les dio al menos un ápice de felicidad.