Hoy no lavé los platos
ni tendí la cama.
lo tomé de la mano, y lo seguí
por donde sus pasos ansiosos me guiaban.
¡OH, sí! Nos fuimos a la aventura
Mi hijo y yo,
Explorando el campo raso
Bajo el sol y el cielo.
Vimos un pajarito alimentando a su cría.
Trepamos una colina bañada por el sol.
Vimos pasar ovejas de nubes
Y cortamos una flor.
Mi casa no estaba aseada,
Que no barrí la escalera,
En veinte años no encontraría
En la Tierra quien lo supiera.
Pero que estoy ayudando a mi hijito
A que en un ilustre adulto se convierta
En veinte años tal vez el mundo entero
Lo perciba, lo vea y lo sepa.
Anónimo
...Que hermosas líneas...
ResponderEliminarQue manera de enseñarnos a preocuparnos de las cosas que realmente importan y no dejarnos sobrecargar por los deberes cotidianos...
Hay que aprender a relajarse y vivir cada día con nuestros hijos como lo que son, grandes aventuras!!!
Gracias por tu comentario!!!!!!!!!!!!!!!
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